Me encantaría vivir el festival Holi en la India, pero como me pilla un poco lejos me fui al que se celebró en Jaén el pasado domingo, una iniciativa súper divertida que imita la tradicional
fiesta hindú con la que se da la bienvenida a la primavera lanzando
polvos de colores.
La tradición cuenta que Holi hace referencia a Holika, la malvada
hermana del rey
Hiranyakashipu y tía del príncipe Prahlada. El rey recibió el favor de ser prácticamente indestructible, pues solicitó no ser matado durante el día ni la noche,
dentro de casa o fuera de ella, en la tierra o en el cielo, por un
hombre o por un animal. Este poder le cegó y le
hizo ser muy arrogante, ordenando que solo él podía ser venerado. Sin
embargo, el príncipe Prahlada era devoto del dios Vishnu y decidió
seguir adorando a
este dios, lo cual enfureció a su padre. Así pues, el rey trató de matar
a su hijo varias veces. Le pusieron veneno en su comida, pero ese veneno se
convirtió en néctar al entrar en su boca. Ordenaron que fuera pisoteado
por elefantes, pero resultó ileso. Le encerraron
en una habitación
llena de serpientes venenosas y también sobrevivió. Finalmente, el rey
invitó a su hijo a sentarse junto a la pira funeraria de su tía Holika,
la cual no podría morir por el fuego ya que disponía de un mantón que
tenía la virtud de proteger del fuego a la persona que lo llevara.
Prahlada aceptó las órdenes de su padre y rezó a Vishnu para que le
mantuviera a salvo. Cuando el fuego comenzó, el mantón voló desde Holika, que murió abrasada, hasta cubrir a Prahlada salvándole de las llamas. Después de eso el dios Vishnu apareció en forma
de Narasimha (mitad hombre, mitad león) y mató a Hiranyakashipu al
atardecer (que no es ni día ni noche), en las escaleras de la terraza de
su casa (que no es ni dentro ni fuera de casa), y sosteniéndole en su
regazo (que no es cielo ni tierra).
La hoguera es un recordatorio de la victoria simbólica del bien sobre el
mal, de Prahlada sobre Hiranyakashipu y Holika. La fiesta celebra también el amor y el comienzo de la primavera, y es un día para librarse de los errores del pasado.
Este festival se está haciendo cada vez más popular entre los no hindúes, como una festividad de la primavera y de los colores. Así ha llegado a muchas ciudades de nuestro país. En Jaén la iniciativa contó con muchas actividades, como talleres para niños, exhibiciones de danza o un mercadillo solidario. Las lanzadas de colores se hacían a lo largo del día en momentos puntuales y era lo más divertido de la jornada. Os dejo algunas fotos y si en vuestra ciudad se celebra el Holi os recomiendo que vayáis sin dudar.
HAPPY HOLI!
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